martes, noviembre 16, 2010

Gastronomía razonable (nota breve)

Nunca hay que comer antes de ver el telediario de La 1. De lo contrario, si uno se asoma al televisor antes de que sean las tres (y salude el anodino narrar de Ana Blanco), corre el riesgo de vomitar. ¿Televisión pública? Corazón no, vísceras.

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