domingo, agosto 28, 2011

Guetta, que no jeta




Un poco vividor, sí. Pero es lo que tiene la noche. Siempre he admirado a los discjockeys que aportan valor añadido. Para pinchar discos, vale cualquiera. Para crear una línea musical coherente, la cifra se reduce. Y casi se queda en la mínima expresión si añadimos otra incógnita a la ecuación: fusionarse con el público.

sábado, agosto 27, 2011

Llega la colectatura (on-line, pero versión papel)



No. No es nuevo. No es la primera vez que VVAA firma un libro. Ni siquiera una obra única y de ficción. Pero no puedo empezar tan negativo. Arranco otra vez.

Parece mentira. De lleno en la segunda década del siglo XXI y todavía hay cosas nuevas por hacer y descubrir. Y yo sin gorro de plumas. Tengo que revisar mi fondo de armario aventurero. No así mis estanterías, porque acabo de terminar toda una novedad, un experimento narrativo que surgió on-line pero se ha hecho carne de papel.

Abro paréntesis. Hablar de carne de papel me ha recordado una novela fantástica en todos los sentidos y que, en su propia edición, también resultó un experimento curioso. La gente de papel, del mexicano Salvador Plascencia, editada por Mondadori. Cierro paréntesis.

viernes, agosto 26, 2011

Steven 'Súper cómodo' Spielberg

Sólo había escuchado dos comentarios sobre la película. Uno, que era como volver a la infancia, un homenaje a ET o Los Goonies. Otro, que ya se entendía el final insatisfactorio de Perdidos: J. J. Abrams estaba con la cabeza en este trabajo en vez de rematar una serie que, pese a todo, sigue siendo uno de los mejores trabajos televisivos en mucho tiempo. Aunque muchas veces resulta imposible, me gusta ver las películas sin saber absolutamente nada del argumento. Y ésta fue una de esas ocasiones. Lo único, que con esa información previa había que prepararse en condiciones. Si era un homenaje a nuestros 'clásicos', había también que poner de nuestra parte. El cine Capitol, en la Gran Vía madrileña, nos ofrecía la cinta en la sala 1. Perfecto. Sala grande, como hace años. A eso le añadimos un combo de palomitas que resultó un cubo casi de los de pasar después la fregona.