martes, noviembre 30, 2010

¡Felicidades, Sonso!

Lo reconozco. Cuando un periodista publica un libro no salgo entusiasmado a hacerme con un ejemplar. No sé por qué se dispara en mí un resorte que me hace recelar. Tal vez detrás de eso sólo se esconde la envidia de no tener nada que contar que merezca la pena.

Pero claro, Sonsoles Ónega es compañera no sólo de profesión, sino también de medio, empresa y mesa. Ella me encanta, como periodista y como persona. Así que hice una excepción –que no hubiera ni siquiera contemplado de no conocerla- y cuando en mayo de 2010 salió a la venta su novela adquirí una. La verdad es que empecé a leerla inmediatamente, aunque como hago con muchos libros, lo aparqué. Pero no porque no me interesara. Al contrario. Simplemente porque soy así. Hago lo mismo con las mandarinas.

El milagro de la lucidez

Qué poco dura la lucidez del creador. Qué difícil, qué complejo es que dure...

Atom Egoyan es un artista. Sin duda. Un magnífico director de cine. De su mano han nacido espléndidas películas como Exótica, El dulce porvenir o El liquidador. Son historias que arañan, que inquietan, porque rascan en la superficie de las cosas, mostrando entonces nuestros verdaderos motivos, nuestros motores reales, esos que nos empeñamos en negar. El cine de Egoyan es frío pero intenso, alineal, morboso...

Pero ser un canadiense de origen armenio no garantiza la infalibilidad.

lunes, noviembre 29, 2010

Cuando el periodista va delante de la noticia

Tengo la impresión de que el show televisivo está contagiando a unos cuantos periodistas. Ya sabíamos eso de que somos una estirpe obsesionada con nuestros quehaceres. Creemos que el mundo se detiene cuando publicamos un reportaje, damos una noticia o aparecemos delante de una cámara. Pensamos que quien está al otro lado del papel, de las ondas, de la pantalla o del ipad no tiene mayor preocupación que la historia que le estamos contando o la opinión que le estamos soltamos -a más de un tertuliano, por cierto, se le podría aplicar perfectamente el verbo 'escupir' en este caso-.

Reconozco que estoy afectado por ese vicio. Pero incluso para un adicto como yo, algunos episodios le parecen auténticas sobredosis. En las últimas semanas los medios de comunicación y sus profesionales han abusado demasiado del recurso 'yo, el protagonista'. Además de contarnos lo que sucede, convierten en noticia -a veces con demasiada relevancia- el cómo han conseguido dicha información. Incluso cuando la noticia es que no se pueden contar noticias o que la mega exclusiva es gracias al trabajo de otros y nosotros somos privilegiados transmisores de ese trabajo. Me explico con dos ejemplos.

jueves, noviembre 25, 2010

Otra oportunidad perdida

Escribo estas líneas con cierta amargura. Había pensado recomendar un ejercicio pero supongo que todo el mundo habrá probado ya a recorrer todos y cada uno de los canales de la nueva televisión digital terrestre. Esta revolución tecnológica se presentaba como una gran oportunidad para disfrutar en este país de una mayor variedad de canales, de una oferta más plural, de un catálogo de alternativas mucho más amplio. Nos habíamos acostumbrado a deambular entre un puñado de emisoras de televisión buscando y rebuscando algún resquicio por el que poder huir de tanta basura, de tanta decadencia, alguna rendija por la que poder respirar aire no contaminado por personajes de medio pelo, presuntas princesas de no sé qué pueblo, periodistas camuflados, opinadores que merodean los límites del código penal. Reconozco que algunos, al menos yo, teníamos esperanzas. Pero hoy, ahora que mi televisión me permite recorrer casi 100 canales diferentes concluyo, con amargura, que ésta ha sido otra oportunidad perdida.

lunes, noviembre 22, 2010

Jugando con las cosas de comer (Epílogo)

Rainer Maria Rilke sintetizó la idea de tantos: "La verdadera patria del hombre es la infancia". Sin duda. A ese lugar mítico, a ese El Dorado (este vivido y habitado) se remite nuestra esencia y se remite (habitualmente) lo mejor del ser humano que somos.

En cada sonrisa, en cada estremecimiento, en cada entusiasmo, incluso en cada ensimismamiento de la persona que hoy somos está el niño que fuimos. Cada entusiasmo de nuestro presente es un viaje a ese niño, ese que seguimos siendo, porque pobre de aquel que ya lo haya dinamitado (ya se sabe, la vida es un proceso de derribo).

viernes, noviembre 19, 2010

Pink Turtle

Están Pink Martini.. y Pink Turtle. Estos son franceses (parisinos, para más señas) y se dedican a adaptar algunos de los clásicos atemporales del pop y del rock de los últimos cuarenta años en clave de jazz alegre y desenfadado, con resultados de lo más variopinto, divertido y resultón. Para muestra, este botón, el "Every breath you take" de The Police. Además, acaban de editar un disco que está muy bien, titulado "Back again". Que aproveche.

martes, noviembre 16, 2010

Gastronomía razonable (nota breve)

Nunca hay que comer antes de ver el telediario de La 1. De lo contrario, si uno se asoma al televisor antes de que sean las tres (y salude el anodino narrar de Ana Blanco), corre el riesgo de vomitar. ¿Televisión pública? Corazón no, vísceras.

lunes, noviembre 15, 2010

La televisión ¿es nutritiva?

El otro día hablaba con un amigo acerca de la ínfima originalidad de la gran mayoría de las series de la televisión (salvo honrosas excepciones, claro), de los temas recurrentes calcados de unas a otras, de lo manidos de los perfiles de sus personajes (policías buenos, y todo lo que salga de la norma, sospechoso), y del abuso de un ingrediente que parece fundamental en todas estas producciones: la violencia. Él se me mostraba resignado y decía cosas como “Qué le vamos a hacer, si es lo único que hay”, y yo digo NO.

domingo, noviembre 14, 2010

Mirada ingenua, descarnada. POLITIK

Acabo de terminar de leer y ver una novela gráfica que lleva por título POLITIK, sus autoras son Emma Reverter y Mariam Ben-Arab, lo publica Roca editorial. Recomiendo este libro a políticos y periodistas, a lectores en general que quieran conmoverse con la mirada ingenua, descarnada, llena de verdad de un niño, Apolo, que a sus 5 años y con sus preguntas aparentemente inexplicables, es capaz de enfrentarnos a la verdad desnuda de los políticos y de algunos periodistas. Cuando crezcas, le dice su abuelo a Apolo, más de uno querrá saber de qué lado estás.

Górecki, Henryk

Suenan hoy domingo los lamentos por la muerte de Luis García Berlanga, pero yo aún pienso en otro pérdida que he sentido más, que tiene más que ver conmigo. El pasado viernes murió el compositor polaco Henryk Górecki.

A muchos el nombre os sonará desconocido. Bueno, los compositores de música clásica no suelen ser los invitados de La Noria, como mucho de Iñaki Gabilondo (la otra noche entrevistó a Cristóbal Halffter). Y sin embargo uno de sus discos, una grabación de su Tercera sinfonía fue en 1992 uno de los mayores éxitos de ventas de la historia discográfica.

sábado, noviembre 13, 2010

Quién critica a los críticos

La pregunta me viene rondando desde hace ya un tiempo. ¿Quién critica a los críticos? Hace unos cuantos días el encargado de un restaurante nos comentaba la visita de uno de los críticos gastronómicos más reputados de este país. El opinador en cuestión le había dicho sin asomo de sonrojo que con un puñado de líneas escritas por él y publicadas en el diario de mayor difusión en este país podía llenarle el local. En ese mismo momento pensé en la relación inversa. Ese mismo crítico se sentía capaz de arruinar un negocio con una mala reseña. Recuerdo como el responsable de ese restaurante nos decía de ese periodista que había conseguido ser temido entre la profesión porque algún que otro local se había visto abocado al cierre después de una o varias malas críticas.

jueves, noviembre 11, 2010

John Grant

Hace días que que llevo hablando a Pedro del hombre que ha editado el que está llamado a ser uno de los mejores discos del 2010, John Grant. Este músico estadounidense había liderado hasta ahora otra banda bastante recomendable, The Czars, y tras la disolución del grupo decidió mudarse a Nueva York y comenzar una carrera en solitario. Tras girar con The Flaming Lips conoció a los miembros de Midlake (otra fromación muy interesante que desde aquí recomendamos), e inmediatamente se ofrecieron a ser su banda de acompañamiento. El resultado es "Queen of Denmark", un disco hermoso, emocionante y que genera una sana adicción con cada nueva escucha. Háganse con él. Disfrútenlo.

La portada es esta:


Parece que a este hombre le cuesta estar quieto para las fotos, ¿no?

martes, noviembre 09, 2010

Aprende a gritar "yo mataré monstruos por ti"

Ayer me costó escribir. Y anteayer. Y el sábado. Salí del concierto muy contenta el viernes y sabía que quería hacerlo sobre Love of Lesbian pero he tardado. Les he visto dos veces en directo y la verdad es que les he escuchado muy poco en este tiempo teniendo en cuenta que cada vez que lo hago me digo "como me gusta la voz de este tio", la de Santi Balmes (en el ranking está por debajo de mi voz preferida pero por encima de algunas que todos consideraríamos, sin duda, que cantan muuuuucho mejor que él).

Lidera el grupo que nació en 1996, en Barcelona, y en el que al principio cantaba en inglés. Dice que fue un error, y es cierto que empiezan a tener más éxito con "Maniobras de Escapismo" en 2005, cuando se pasan al castellano. Yo les vi en 2007, ya tenían "Cuentos chinos para niños del Japón" y luego llegaría "1999". Me divertí mucho en el primer concierto, se disfrazaban, bajaban con el público, bailaban, hacían el gamberro. En nuestra segunda cita he descubierto que esa es su seña de identidad. Ya había oído que lo de montar una especie de carnaval en cada actuación estaba a la orden del día de estos chicos pero fueron bastante formales ya que, en esta ocasión, el escenario eran los Teatros del Canal, en Madrid.

No sé decir cuál es el mejor disco, ni qué canción me gusta más. Haré un repaso. Yo me quedo con "Domingo Astromántico" porque mi hermana me envío el vídeo que es ñoño para algunos, agradable para otros, es una canción del amor que de mayor es desamor. "Un día en el parque" la elijo porque es maravilloso saber que alguien mataría monstruos por ti. "Incendios de nieve" por el ejército que rompe a silbar, por la colección de soldados y de daños. "1999" me sonaba familiar con sólo dos escuchas, es la historia de una ruptura en un taxi. "Noches reversibles" porque pierdes la vergüenza y gritas oh oh oh oh. "Me amo" porque es la que bailaría cualquiera sin querer por casa, de hecho el bajista del grupo da alguna idea en el vídeo. El "Club de fans de John Boy" es de las que te ponen de buen humor, un Misterio. Y para acabar he de confesar que me enamoré del amante guisante porque es la canción que desde que salí sigo cantando "Te hiero mucho (Historia del amante guisante)". Y es la que, después de esta lluvia de enlaces, debéis pinchar si sólo queréis dedicar un par de minutos a Love of Lesbian. Yo les daría una oportunidad y más si puede ser en directo.

lunes, noviembre 08, 2010

Un barrio de pellizcos de monja

"¡Qué mierda ser yo!". Repítaselo en bajito, a solas, sin que nadie le vea. Luego inténtelo decir en alto, a pulmón abierto, rodeado de sus seres queridos -incluso en compañía de alguien desconocido- y aderezado de sus desgracias, lamentos, fracasos y desilusiones. Una y otra vez, una y otra vez. A continuación, contemple en silencio como el resto proceden a repetir la misma operación y disfrute con la evidencia de ver como las desgracias compartidas nos hacen menos desgraciados.


Durante el descanso de Avenue Q, que pude disfrutar el viernes gracias a los buenos amigos de ProgramaTe, ésta fue la frase más repetida en la platea del Nuevo Apolo y en la zona del bar -indispensable visitar cuando uno acude sólo al teatro y busca impresiones sobre la obra-. Quizá sean las circunstancias vitales que nos rodean en estos tiempos de mediocridad, grisáceas perspectivas y pesimismo global, pero fue curioso comprobar como al público de este musical se le quedó grabado el estribillo de la canción y como se pasó quince minutos repitiendo, como quien no quiere la cosa, "¡Qué mierda ser yo!".

Sobre el musical, tres detalles. Uno, es original. Y eso es una virtud casi siempre. Sobre el escenario se combinan música, baile, diálogos y muñecos. En este peculiar barrio conviven personajes de carne y hueso y otros de tela. La puesta en escena de los actores que manejan a los muñecos obtiene nota, pues logran fusionarse a la perfección con el personaje al que agarran por sus santas traseras.

Segundo detalle, la historia es típica: chico lleno de sueños llega a barrio nuevo y descubre que la vida no es fácil. Por medio, chica (o mejor dicho, monstrua) se enamora de chico y, a pesar de las dificultades, al final el amor y los sueños triunfan... Ni la inclusión del álter ego de Gary Coleman cambia mucho el manido argumento. Aunque aquí, curiosamente, no hay villanos, aunque sí 'ositos de las malas ideas'.

Y tercero, tampoco hay que esperarse el espectáculo mas irreverente del mundo. A pesar de la advertencia (más publicitaria que otra cosa) de que no está recomendada 'para menores', los gags más subidos de tono son pellizcos de monja si los comparamos con los que uno puede ver en series como 'Aída', obras como 'Animales' o tertulias de 'gatos al vino'. No veremos, y mira que lo siento, a beatas rezando en círculos en la plaza de Tirso de Molina; ni los despachos de los productores atestados de querellas de colectivos de inmigrantes, homosexuales, feministas, integristas, prostitutas o psicoterapeutas ofendidos.

Si tiene hijos espabilados, de esos a los que ya no hay que explicarles cómo se hacen los niños, no dude en llevarlos a pasar una divertida noche al teatro musical. Así se evitarán lamentos cuando se licencien y piensen que se van a comer el mundo. Criaturas...

viernes, noviembre 05, 2010

Retrato del artista coherente

¡Voto a Bríos... un artista de verdad! Creo que lo que ha hecho Santiago Sierra al rechazar el Premio nacional de Artes Plásticas 2010 es lo más coherente que puede hacer aquel que se llame, se diga, se vea como artista.

El artista (al menos aquel que nació con el siglo XX) debe ser inquieto, molesto; debe ser lo contrario justamente que un ser acomodaticio; tiene que ser entonces una mosca cojonera. Y debe serlo antes y después de los premios y los parabienes. Es en el momento de los reconocimientos cuando se descubre si el artista está o no a la altura de su obra (y suele ocurrir que no).

Paradoja: podría ser que la carta que sigue (la que Sierra ha enviado a la ministra de Cultura) acabe siendo una obra de arte. Que hablé él:

Estimada señora González-Sinde,

Agradezco mucho a los profesionales del arte que me recordasen y evaluasen en el modo en que lo han hecho. No obstante, y según mi opinión, los premios se conceden a quien ha realizado un servicio, como por ejemplo a un empleado del mes.

Es mi deseo manifestar en este momento que el arte me ha otorgado una libertad a la que no estoy dispuesto a renunciar. Consecuentemente, mi sentido común me obliga a rechazar este premio. Este premio instrumentaliza en beneficio del estado el prestigio del premiado. Un estado que pide a gritos legitimación ante un desacato sobre el mandato de trabajar por el bien común sin importar qué partido ocupe el puesto. Un estado que participa en guerras dementes alineado con un imperio criminal. Un estado que dona alegremente el dinero común a la banca. Un estado empeñado en el desmontaje del estado de bienestar en beneficio de una minoría internacional y local.

El estado no somos todos. El estado son ustedes y sus amigos. Por lo tanto, no me cuenten entre ellos, pues yo soy un artista serio. No señores, No, Global Tour.

¡Salud y libertad!

Santiago Sierra

miércoles, noviembre 03, 2010

Complejos cinehistóricos

Durante los últimos seis años he escuchado infinidad de veces la cantinela de 'otra película de la Guerra Civil'. No sólo por la caverna mediática, política y social, sino también por gente a la que no le provoca urticaria revisar uno de los episodios más vergonzosos de nuestra historia reciente. Yo no he tenido ese problema hasta el momento. Descubrí que Andrés Pajares podía hacer buenas películas en ¡Ay, Carmela!; Berlanga me sacó unas cuentas sonrisas con 'La vaquilla'; he disfrutado de buenas actrices españolas en 'Libertarias' o 'Las 13 rosas'; y sigue emocionándome sobremanera el final de 'La lengua de las mariposas'.

Desconozco si en Estados Unidos hay corrientes de opinión que despotriquen tanto del cine de la Segunda Guerra Mundial o de Vietnam (donde se han ambientado cientos de sus películas) como aquí con la Guerra Civil. No creo que sea un capítulo cerrado para la creatividad de guionistas y productores, ni mucho menos. No se han abordado, por poner algunos ejemplos, las luchas internas que sacudieron los distintos gobiernos de la República que hubo durante la contienda o las negociaciones -con espías incluidos- de ambos bandos con las potencias extranjeras para conseguir apoyos.

Eso sí, el otro día comentando el asunto con Chema coincidimos en que parece que a los creadores se les ha detenido su imaginación en 1939. Son escasas las películas que han tratado en el ámbito de la ficción episodios de nuestra historia más reciente. La dictadura parece un tema sobre el que se extiende el silencio creativo (aunque Antonio Mercero supo darle una interesante vuelta a la figura de Franco en 'Espérame en el cielo'); y de todos los episodios de la Transición, sólo el 23F parece estar en el imaginario colectivo como 'leimotiv' recurrente (aunque sorprende que hasta este año el intento de golpe de Estado no había sido el argumento principal de ninguna película); ETA ha sido utilizada por algunos cineastas, aunque casi todas las producciones se han centrado más en las tripas de la organización que en la historia de las víctimas ('Asesinato en febrero' o 'Tiro en la nuca' son dos interesantes excepciones). Últimamente, son las televisiones quienes han cogido el testigo de llevar a la ficción episodios de la actualidad a través de las tv movie (desde el crimen de Fago al secuestro del Alakrana, pasando por el accidente de Barajas)

Pero, ¿acaso no sería un peliculón el relato de un hombre secuestrado durante 532 días en un habitáculo de tan solo tres metros cuadrados?; ¿o la recreación de las 48 horas que pusieron en vilo a todo un país por el secuestro y asesinato de un joven?; ¿por qué los americanos han llevado ya a la gran pantalla distintas vertientes del mayor ataque que han sufrido en su historia y aquí todavía el 11-M parece un tabú?; qué tal una peli sobre la conspiración de periodistas, empresarios y políticos para acabar con un Gobierno; o un thriller de intrigas y venganzas en las mismas entrañas del poder, con un presidente destronado por sus propios compañeros (y con un rey conspirando en la sobra...)

A lo mejor algún guionista yanqui lee este blog y se te adelanta, Amenábar.

martes, noviembre 02, 2010

Nostalgia de los sabores

Ha llegado a mis manos un nuevo recetario de cocina. Lleva por título: "Gastrobotánica, 100 platos al natural para cada estación del año". Su autor, Rodrigo de la Calle, reconocido chef madrileño que ha instalado su restaurante en Aranjuez e inventor del término y de una forma personal de entender la relación entre las gastronomía y la agricultura, la cocina y el medio ambiente entendido éste como nuestro entorno.

No me interesa tanto el perfil del cocinero como algunos de los conceptos que he leído en este libro y que he sentido como un eco de las muchas conversaciones mantenidas con amigos, con familiares, algunos cocineros, no pocos agricultores. Escribe en este libro Santiago Orts, biólogo, que "debemos replantearnos como consumidores si nos merece la pena seguir consumiendo productos fuera de temporada o es mejor la espera para degustar en cada estación la mejor expresión de cada uno de sus productos". En definitiva, si acaso somos nosotros y sólo nosotros los responsables de que ya nada sepa como antes con esa actitud tan globalizada que nos convierte en comensales impacientes. Ya no podemos esperar a que llegue el verano para comer un melón o el otoño para comprar uvas.

Esa es la esencia de la gastrobotánica desarrollada por Rodrigo de la Calle, devolver a los fogones los productos de temporada y sólo en temporada. Eso y algo más, investigar, crear a partir de vegetales desconocidos en España o nunca antes utilizados en cocina. Por eso creo que este libro tiene interés, porque divide el recetario entre cada una de las estaciones del año. Y para quienes, aunque venimos del campo nos hemos transformado en seres de ciudad, resulta especialmente oportuno que alguien nos recuerde que las alcachofas son propias del final del invierno y de la primavera, los tirabeques o los níscalos del otoño, las pochas del verano o las habitas tiernas del invierno.

Por cierto, aprovecho estas líneas para recomendar una visita a mi tierra, Tudela, cada mes de mayo coincidiendo con las jornadas de exaltación de las verduras. Garantizo que no encontrareis ningún otro lugar donde se cocinen de forma tan excelente las verduras.

Jugando con las cosas de comer

¿Puedo compartir mi entusiasmo por un libro que no he leído, por un disco que no he escuchado, por una ciudad que no he visitado? Diréis que no. Pues yo digo que sí. De eso va esta entrada en el blog (a mi madre le digo bitácora, que le resulta más fácil de pronunciar).

Escribo aquí para manifestar (de modo contagioso si aún puede ser) mi entusiasmo por la obra (¿puede decirse así?) de Ferrán Adriá. Sí, el cocinero de El Bulli, ese mismo. Aunque la palabra cocinero no le define, no le representa. Un cocinero utiliza y recrea alimentos para nuestra alimentación. Pero Adriá, ya lo sabemos a estas alturas, hace otra cosa.

Y sí, expreso, manifiesto, declaro mi entusiasmo por el arduo y tenaz trabajo de Ferrán Adriá y su equipo, por su creatividad; por su humor; por su sano ejercicio de provocación (sí, la 'Mousse de humo' era una provocación, un juego, una pretensión de grado cero si pensamos incluso en la vanidad del chico aquel que empezó a cocinar en la 'mili'); por ser osado y arriesgar; por partir de la tradición culinaria (que sí, que la domina y la conoce) para matarla (al padre siempre hay que matarle de algún modo) como corresponde... también en la cocina el asesinato puede ser considerada una de las bellas artes.

No me he perdido un solo capítulo de la serie Catálogo de El Bulli que esta emitiendo La 2 de TVE. Cuanto más conozco la historia de Adriá y su ya mítico restaurante de Cala Montjoi más me entusiasman sus logros. Y más determinado estoy a gastarme la mitad de mis ahorros para cenar en su restaurante en 2011. Tanto me entusiasmó el último capítulo de la serie que hasta escribí un correo para decirle a Ferrán y a su equipo que "los ateos también nos merecemos un éxtasis religioso".

Crear en la cocina, crear con la comida, ¿no hubiera sido acaso el sueño de cualquier dadaísta del Cabaret Voltaire o hasta de los surrealistas del 'pope' Breton? Poder jugar, provocar, transgredir con aquello de lo que la sociedad no puede prescindir: la comida. Adoro a este hombre.

La foto que ilustra este texto es de la ya famosa Menestra en texturas creada por Ferrán y su equipo creo que en 1996. Por cierto, mi sopa-salsa de rúcula va tomando cuerpo; ahora le añado wasabi. Ya, de paso (pero sobre esto me extenderé otro día) aprovecho para solicitar la inclusión de Valladolid como provincia catalana; a ver si así se nos pega algo. Y ahora, ya podéis ponerme... a caldo.