Yo mismo descubrí su primer long play después de escuchar su segundo, allá por 2006. Rocío, cazatendencias donde las haya, lo trajo a casa el mismo día que salió a la venta en España. Back to black fue una compra excelente. Yo me encargué de adquirir Frank. Y lo conseguí a buen precio. Habían pasado 3 años desde su edición. Y habían transcurrido para ese cedé sin pena ni gloria en nuestros lares. Pero ese segundo trabajo fue un bombazo. Se emborrachó (dicho, sí, con doble sentido, pero con todo el cariño) de premios y éxito.
De fama y precipicios se ha escrito mucho. No gastaré ni un carácter más. Prefiero decir que Amy me gustaba. Ella, por descarada. Y su voz, por todo. Ese timbre, ese color... Qué potencia. Cómo envolvía. Pena que sus últimos conciertos fueran deplorables. No sé cómo se puede permitir que esas cosas ocurran. Sólo espero que ahora no se beneficien aquellos que simplemente la dejaron caer. O que no hicieron nada, aunque poco se pudiera hacer. Así que simplemente me seguiré quedando con la artista, que en este nuevo disco despedida (apuesto ya que no será el último) vuelve a demostrar que esta pequeñita era muy grande. Gracias Amy.
Lioness: Hidden Treasures sale a la venta este 5 de diciembre. 12 temas grabados entre 2002 y 2011. Unos, versiones. Un par, nuevas composiciones de Amy. Todos, inéditos. Y en todos, ella. Aquí os dejo con otros tres que ya se pueden escuchar por Internet. El primero, Body And Soul, un dúo con Tony Bennett, que quedó maravillado con esta colaboración. Así que como hizo él, disfrutadlos.
Más información en http://www.amywinhouse.com/
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