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martes, diciembre 21, 2010

Como un chef cocinando con la Thermomix


Serán las luces de Navidad que nos atontan... Este post está escrito desde la melancolía que produce el paseo por la Plaza Mayor -donde uno espera encontrar a Chencho- y la Puerta del Sol -donde uno suele toparse con la última persona que desearía encontrar- en una tarde de diciembre, víspera del sorteo del Gordo.

El centro de Madrid en estas fechas me huele a mi infancia. A la tabarra que nos soltaba mi madre antes de salir del metro sobre los peligros de perdernos entre tanta gente; el miedo que despertaban en mí esos hombres que usurpaban la personalidad del verdadero Papa Noel; la ilusión de llevarles la carta a los Reyes Magos, omnipresentes en cada esquina y centro comercial de la zona; querer comprar todo lo que se vendía en los puestos, y conseguir al fin una figurita más para el Belén; la dulce recompensa de churros y chocolate por haberse portado bien aquella tarde...

domingo, diciembre 19, 2010

La radio en revisión

Dice el encabezamiento de este blog que pretende ser expresión de los entusiasmos de cada uno de los que lo elaboramos. Así que, al menos por una vez, quiero escribir sobre mi mayor entusiasmo, quiero trasladar algunas reflexiones sobre la radio. 

Tengo la impresión de que el medio padece los efectos de una doble crisis. Sin duda, la económica que inevitablemente ha terminado por afectar al producto, ha terminado por contaminar la antena. No solo porque nos hemos convertido, como el resto de medio, en los pregoneros del desastre hasta tal punto que los oyentes no acuden a la radio convencional con la certeza de encontrar en ella compañía, entretenimiento, diversión, información.

lunes, noviembre 29, 2010

Cuando el periodista va delante de la noticia

Tengo la impresión de que el show televisivo está contagiando a unos cuantos periodistas. Ya sabíamos eso de que somos una estirpe obsesionada con nuestros quehaceres. Creemos que el mundo se detiene cuando publicamos un reportaje, damos una noticia o aparecemos delante de una cámara. Pensamos que quien está al otro lado del papel, de las ondas, de la pantalla o del ipad no tiene mayor preocupación que la historia que le estamos contando o la opinión que le estamos soltamos -a más de un tertuliano, por cierto, se le podría aplicar perfectamente el verbo 'escupir' en este caso-.

Reconozco que estoy afectado por ese vicio. Pero incluso para un adicto como yo, algunos episodios le parecen auténticas sobredosis. En las últimas semanas los medios de comunicación y sus profesionales han abusado demasiado del recurso 'yo, el protagonista'. Además de contarnos lo que sucede, convierten en noticia -a veces con demasiada relevancia- el cómo han conseguido dicha información. Incluso cuando la noticia es que no se pueden contar noticias o que la mega exclusiva es gracias al trabajo de otros y nosotros somos privilegiados transmisores de ese trabajo. Me explico con dos ejemplos.