Debí de ver otra cosa. Con este frío que pelaba, bajé al videoclub. Hice el esfuerzo en mirar y remirar los títulos. Pocas cintas atractivas. Me pasa a menudo. Por fin, descubro un título. El escritor (The Ghost Writer en su título original; es decir, el negro que escribe para que otros pongan su nombre). Sí, la de Roman Polanski. Pensé que había acertado. Qué error. Me volví a dejar llevar por la titulitis. Claro, cómo no, con no sé cuántos galardones –Oso de Plata en Berlín entre otros- que le han otorgado. Los últimos, 6 de las 7 candidaturas a las que optaba en los Premios del Cine Europeo 2010. Mejor película, mejor director, mejor actor (para Ewan McGregor), mejor guión, mejor banda sonora y mejor dirección artística. ¡Uf!
Lo cierto es que tengo poco con qué comparar, porque la mayoría de obras que aspiraban a lucir palmito ni las he llegado a visionar. Pero si ésta es la triunfadora, cómo serían las demás.