Hay novedades subjetivas, sólo para uno mismo, pero no por eso dejan de perder valor. Hace poco escuché el álbum Sweep me away de Fredrika Stahl. Tiene ya un par de años y pensé que no merecía la pena dedicarle una entrada. Pero a renglón seguido me dije "qué demonios, y por qué no, al igual que yo lo acabo de descubrir es posible que alguien más lo oiga por primera vez". Así que dicho y hecho.