
Y los hay, sí, sobre todo para aquellos que disfrutamos de la infancia y una parte de la adolescencia en la década de los 80. Una de las entrevistas del pasado verano en el Hoy por hoy que recuerdo con más cariño tuvo como protagonista al autor de una serie de libros que lleva por título papel y plástico y que recomiendo a quienes estén dispuestos a realizar un pequeño pero intenso ejercicio de nostalgia. Nunca olvidaré mi rabieta cuando me hurtaron el nombre de uno de los símbolos de mi infancia. Pasé tantas horas jugando con los clicks de Famobil que consideré una traición el cambio de la marca comercial por Playmobil.
Los clicks aparecen en las portadas de esta serie de tres libros. Pasar sus páginas es un agradable regreso al pasado. Uno se encuentra con productos que acabaron convirtiéndose en iconos de una década. Los yogures de Yoplait, el Misterio, los cromos de Cropan, las cajas de Airgam-boys, la bola-loca, los libros de Los Hollister.
Por cierto, mientras escribo estas líneas escucho en la radio la promoción del musical de David el gnomo. Cuántas tardes de sábado habremos pasado frente al televisor, después del telediario, viendo dibujos animados.