Anoche maté dos pájaros de un tiro.
Bueno, fueron 3 ó 4. Llevaba un tiempo con ganas de ver una película en
3D. La única que había presenciado, un mediometraje, fue en la Expo'92
de Sevilla. Y antes, casi me olvido, cuando la Teleindiscreta regaló
esas gafas de cartón y celofán rojo y azul porque iban a emitir en TVE
no sé qué película en esos mismos dos colores, pues también hice el
experimento como miles de ciudadanos de buena fe. Fue un churro. Pero
entiendo que la ciencia es así, método empírico ensayo-error. Había oído
historias con eso de las tres dimensiones en el cine que recordaban a
aquellos señores que salían despavoridos al ver el famoso tren de los
hermanos Lumiére. Así que cuando acudí a ver la exposición sobre los
inventos de Leonardo Da Vinci en Madrid, no me quise perder lo primero
el pequeño vídeo en 3D sobre el genio italiano.