
Este post es como todo, al que no le guste que no lo lea. Así funciona muchas veces el mundo, ¿no?
A los 18 años salió pitando de Salamanca, su ciudad natal (no puedo decir “su ciudad” porque no ni considera que eso sea así, ni la ama, ni la recuerda con cariño, todo lo contrario) El primer día que me crucé con él en el trabajo le dije "Carlos, yo estudié en Salamanca" Torpe de mí, que no sabía que recuerda como una pesadilla la ciudad de su infancia, infancia que pasó interno con los curas, esos “cuervos con sotana” como en alguna ocasión les ha llamado.