Coinciden estos días en Madrid dos exposiciones de fotografía que tienen mucho en común. Santos Yubero y Brangulí. Dos fotógrafos artesanos, dos pioneros, de aquellos de cuando la fotografía "aún" no estaba considerada arte. Fotógrafos antes que artistas. Trabajadores de la cámara, el trípode y el laboratorio. Artesanos, en el mejor sentido de la palabra.
Os recomiendo visitar ambas. Ya sea como ejercicio de antropología, de arqueología, de historia, de voyeurismo del pasado... Santos Yubero mira a Madrid; Brangulí a su Barcelona. Son los años 30. España intenta ser un país como dios (¿?) manda. Y aunque sabemos que la historia acaba mal, muy mal, es tan hermosa la vida en esas fotografías, tan intensas las miradas, tan hermosas las sonrisas, los niños, los bigotes, los sombreros, las calles, las callejas, los anuncios, los neones, tan vivas las aspiraciones, tan alegre la alegría...
Os recomiendo visitar ambas. Ya sea como ejercicio de antropología, de arqueología, de historia, de voyeurismo del pasado... Santos Yubero mira a Madrid; Brangulí a su Barcelona. Son los años 30. España intenta ser un país como dios (¿?) manda. Y aunque sabemos que la historia acaba mal, muy mal, es tan hermosa la vida en esas fotografías, tan intensas las miradas, tan hermosas las sonrisas, los niños, los bigotes, los sombreros, las calles, las callejas, los anuncios, los neones, tan vivas las aspiraciones, tan alegre la alegría...