Lo mejor del arte es que te lo puedes encontrar en todas partes. Sólo hay que mirar con ojos de querer toparte con él. O descubrirlo de manera formal, como una exposición, pero en un Centro Cultural de barrio sin grandes pretensiones. Por ejemplo, el otro día, al salir de hacer como que me doblaba en yoga (y madrugo, que conste, para acudir a la clase, en La Elipa) me paré en la muestra Entre sombras (obra gráfica 2007-2010), de Enric Bardera (impresiones digitales en papel y aluminio). Reconozco que después de un cuarto de hora de meditación la vida se ve de otra manera. Y también que no creo que acabe ninguno de estos ejemplares en El Prado o el Reina Sofía. Y que no pagué nada por visitarla, ya que la entrada es gratuita. Pero la interpretación y reinterpretación de lo cotidiano me pareció, como poco, curiosa. ¿Por qué un árbol desnudo no va a poder ser el origen de una concepción artística? Al contrario. El mundo que nos rodea es la verdadera esencia del arte. Sólo, como he dicho, hay que mirar de otra manera. O, simplemente, mirar.
Entre sombras (obra gráfica 2007-2010), hasta el 13 de abril de 2011 en el Centro Cultural de La Elipa, calle Santa Felicidad, 39, en Madrid.
Entre sombras (obra gráfica 2007-2010), hasta el 13 de abril de 2011 en el Centro Cultural de La Elipa, calle Santa Felicidad, 39, en Madrid.
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