La realidad es un convenio. Si queréis, una creación. Es como es pero podría ser de otro modo. Solo hay que conformar un nuevo consenso, o imponerlo. El universo es diverso; sólo nuestra mirada limita la realidad para no perdernos en sus múltiples posibilidades. Simplificar para sobrevivir.
De otra realidad paralela hablaba Canino, la película que más me ha impresionado en años. Su director, Yorgos Lanthimos, ha vuelto al ataque con ALPS.
Si en Canino la realidad se desvanece porque es un acuerdo, en ALPS la que se diluye es nuestra identidad. Somos quien somos, pero podríamos ser otro. En realidad somos perfectos mortadelos, aunque ante el espejo neguemos esa posibilidad y finjamos que somos uno, solo éste. Ser es actuar. ¿Qué ocurre cuando descubrimos que es mejor ser otro, otro de los posibles, que no queremos ser quién creemos ser? Todo es convenio: somos materia cuántica.
ALPS se exhibe desde el día 13 de abril en los cines (unos pocos) españoles.
De otra realidad paralela hablaba Canino, la película que más me ha impresionado en años. Su director, Yorgos Lanthimos, ha vuelto al ataque con ALPS.
Si en Canino la realidad se desvanece porque es un acuerdo, en ALPS la que se diluye es nuestra identidad. Somos quien somos, pero podríamos ser otro. En realidad somos perfectos mortadelos, aunque ante el espejo neguemos esa posibilidad y finjamos que somos uno, solo éste. Ser es actuar. ¿Qué ocurre cuando descubrimos que es mejor ser otro, otro de los posibles, que no queremos ser quién creemos ser? Todo es convenio: somos materia cuántica.
ALPS se exhibe desde el día 13 de abril en los cines (unos pocos) españoles.
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